Sasha

   Mi nombre es Aleksandr, aunque todos me llamaban Sasha. Ahora ya nadie lo hace. Quizás una persona sí, me es imposible saberlo. Anoche soñé con ella, y fue en ese momento cuando supe que debía contar esta historia.

   Antes de empezar, debo informarte de algo: esta es una historia de guerra, pero de algo más. Esta es una historia de vida rodeada de muerte, de amor en el que el chico y la chica no son inocentes, de amistad en la que los amigos no son leales. En definitiva, esta es una de esas historias que no termina bien, una que cuenta verdades.

   Amé y perdí, luché y gané, conocí a los mayores héroes de la guerra y obedecí a los tiranos de ésta. Puse todo de mi parte por una causa perdida, maté a hombres que no lo merecían y dejé con vida a auténticos villanos… Supongo que así puedo resumir mi vida.

   Debería empezar desde el principio, como suele hacerse en estos lances. Hablar de mis padres, mi tierna infancia desde los primeros años, mi juventud y un sinfín de cosas insulsas de semejante calibre que no procederé a explicar. Primero de todo, porque mis padres están muertos y nunca llegué a conocerlos. Y después, porque el primer recuerdo que conservo es el de mí saliendo del orfanato con rumbo a la nada. El segundo ya es de nosotros cuatro viviendo en la calle.